¿Quién me quita lo bebido?

Esto que parece la alegre frase de un "alegre" con mucho alcohol es sin embargo un pedido de auxilio que existe desde que el hombre descubrió que beber de más le provocaba mucho malestar...Y para tal emergencia también se han arbitrado soluciones, alquimias, pociones exóticas o caseras.
 
Releyendo a un periodista amigo Osiris Chiérico, en su libro Estragos, recordamos al poeta salteño Joaquín Castellanos (fue famoso por su poema-confesiòn "El borracho", escrito en 1887), quien decía: "Yo necesito emborrachar el alma,/  Adormecer el corazón; y quiero,/ Ya que en el campo de la lid no muero, / Morir como un pagano en el festín!". Castellanos pensó, en nombre de su protagonista, que en realidad lo que le hacía mal, cuando dejaba el vino, no era el hecho en sí, sino el post-hecho.

Entonces el remedio para la resaca era simplemente "no arribar nunca a ese estado, para lo cual no debía ¡nunca dejar de beber!". Por supuesto aun perduraba el  romanticismo en las letras donde los protagonistas también podían morir de amor...era lo mismo.
 
Pero, volviendo al título de la nota, quitar la resaca, hangover, o como le llamen siempre ha preocupado y hay miles de recetas "mágicas".
 
Anthony Burgess (La naranja mecánica) decía que cuando "los enanitos le zapateaban el cerebro", se preparaba un engendro de gin, whisky, ron, brandy y oporto en una botella de cerveza. Siguiendo aquello de "the hair of the dog who hited you," o sea quitar el mal con algo de lo mismo que lo produjo. Los norteamericanos preparan una mezcla de salsa inglesa, una yema, paprika bien picante y jerez...y ¡al buche!
 
Un científico inglés (siglo XVII) aconsejaba para tales casos introducir en las medias, al levantarse hojas de cicuta y cambiar las medias varias veces al día.

Otros consejos aluden a comer dulces o miel o frutas como manzanas, cerezas o duraznos. También beber mucho jugo de frutas (tomate, naranja o pomelo) y sobre todo abundante agua y más agua.
 
Los mexicanos con sus tequilas y cerveza tienen obviamente resacas o "crudas" como se llaman vulgarmente. Y las curan con fuertes caldos y guisados picantes.
 
Cada región tiene su propio remedio. Por ejemplo a la mañana siguiente es infalible un caldo de mondongo o panza, con muchas hierbas, especias, cilantro y abundante picor. Un tazón de ese caldo con cerveza, dicen que quita "todos los enanitos de la cabeza". O la "birria" que es otro guiso pero de chivo o cabrito, también con muchas especias, bien fuerte y picante. Y siempre acompañado de más cerveza.
 
Muchos consejos para el  hangover a lo largo del tiempo y de distintos puntos cardinales. Aunque digo, lo mejor es no llegar nunca a ese punto en el que pedimos por favor...¡¡¿Quién me quita lo bebido?!!