La Comunicación del vino

Comunicar, vender un producto, convencer a los consumidores es una tarea que ha ido cambiando, modificando sus mensajes tal como ha cambiado la sociedad. Pero sobre todo los medios de comunicación. Los avisos gráficos o radiales dieron paso en los sesenta a la imagen, en la nueva televisión –abierta- que llegaba en forma directa al objetivo: el consumidor.
 
Un tema que nos compete es el vino y su mensaje. Viejas revistas ofrecían el vino para consumo diario. Ya que se bebía mediodía y noche en los hogares argentinos, con soda o sin ella. Solían publicitarse concursos como estrategia, por ejemplo en los comerciales de Vino Toro o de Tomba, quienes también apelaban a la calidad “Vinos de mesa, finos, añejos y puros”, allá por el 1914.
 
El aviso de Arizu en un añejo tomo de Caras y Caretas, rezaba: “El orgullo de la producción nacional”. Otro anunciaba “Al pan, pan y al vino Toro” o “No se complique, llame a las cosas por su nombre el Vino es Toro, el vino de la Bodega del pueblo de Mendoza: Giol”. El vino tranquilo, generalmente tinto, era cosa de diaria, pero el espumante se elegía para las ocasiones y para la clase acomodada. Como lo anuncia Crillón “para una selecta minoría” o lo mismo el Chamapagne Santa Angela. Ambos avisos que destacan el producto en una cena de gala. 
 
Corren los años sesenta, y la TV entra en acción, la creatividad está en juego. La publicidad comienza su momento de gloria. Y en el tema vinos, en 1963 llega un comercial institucional: “Con vino es vida. La bebida de los pueblos” campaña nacional lanzado por el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura). Toso en 1965 acude al “Sabor del tiempo” –es decir al trabajo en el viñedo y al añejamiento-. El Valmont, de Bodegas Chandon, con packaging vistoso y el apoyo de una marca francesa logra éxito, posicionándose en la mesas “paquetas” o que quieren serlo.
 
En los setenta la gente acude en oleadas al cine América a ver los Premios Clio –internacionales- con destacados comerciales internacionales, algunos argentinos también, traídos por la Revista Mercado.
 
Los vinos apuntan a comunicar calidad y diferencian momentos, lo cotidiano y lo especial. Y las empresas salen a diferenciarse también hablando del origen, Mendoza o San Juan, recordemos  aquello de “Resero blanco, sanjuanino”. 
 
El blanco comienza a tratar de posicionarse, en esos momentos con el público femenino… pero ya irá cambiando. 
 
Hay piezas publicitaria, que acuden a la vida familiar, que son inolvidables, como las de Crespi “Escarpines”, o del vino Termidor con su “Tio francés”.
 
Para posicionar un Torrontés en 1989 llega la publicidad de Facundo, que apela a elegir entre vinos anteriores (los comerciales familiares mencionados, incluyendo una  pieza de Vino Resero) y el nuevo blanco Torrontés de San Juan  “Facundo y…  chuco, chuco, chuco”. En ese año llega el primer comercial realizado como un musical. Era el “Coral de la tareas”, de Resero, de 145 segundos y un elenco de celebridades (Baglietto, Domingo Cura, Goyeneche, Lerner y muchos más) con el cierre realizado por Victor Hugo Morales, dirigido por Juan Carlos Disanzo. Y lo más novedoso fue el estreno televisivo, anunciado como una premier de película. ”Esta noche a partir de las 21 todos los canales…” y se vio por todos los canales.
 
En 1999-2000 el Fondo Vitivinícola de Mendoza presenta una campaña que tituló “Rojo y Blanco, Bienvenidos a la Fiesta”, inscripto dentro del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020, coordinado por la Corporación Vitivinícola Argentina. Luego llegó la serie de comerciales con la participación de artistas y músicos famosos  que se crea para impulsar el consumo de vino. En el 2002, “El mundo de los sentidos”, en el 2003 “Tomalo cómo, cuando y dónde quieras”, en el 2005 “Vino para todo el mundo”, en el 2007 “Brindis”, en el 2008-9 “Verdades Cantadas”, en el  2010 “Un vino, mil charlas”, en el 2011 “El vino nos une”, en el 2013  “Alegría” con Fito Paez, Los Decadentes y la canción Dale alegría a mi corazón…
 
Hoy el vino consagrado como Bebida Nacional, está poniendo el acento en el terruño, en el respeto por la tierra, la calidad y eso se refleja en la publicidad.