El vino es el mensaje

Perdón  McLuhan…pero creo que este es el caso. Aunque en Esperanto la cosa se pone más difícil.

En este caso reflexionamos sobre la publicidad  “Un vino, mil charlas”, quinta campaña genérica del Vino Argentino implementada por la Corporación Vitivinícola Argentina (en un principio TV abierta y Cable) Las campañas anteriores del vino tuvieron a nuestro ver aciertos y errores. Pero es tema pasado. Comunicar el vino no es fácil… La competencia con las otras bebidas con y sin alcohol es brava.

Hoy “Un vino, mil charlas” crea opiniones encontradas. El mensaje es difuso Por ejemplo  ¿porqué los diferentes spots  siempre terminan, sea el dialogo que sea, con una desfavorable onda para el joven?... 

La productora es Argentinacine y su director el reconocido Augusto Giménez Zapiola, que suele marcar tendencia en el cine publicitario argentino. Destaca estéticamente por el cuidado en el aspecto cinematográfico como la luz, encuadre, actores, realización y producción.

El núcleo de la narración es una escena familiar. La idea central del mensaje es que siempre que hay una charla, en este caso familiar, hay un vino de por medio. El diálogo es en Esperanto y con subtítulos. Sin embargo hay confusión, a nuestro sentir y ver,  porque aunque la escena es la misma, los subtítulos traducen diálogos diferentes, que no siempre coinciden con la expresión y actitudes de los actores. ¡Un juego con la complicidad del espectador? No todos lo comprenden…

De hecho se invita al público a través de Internet a redactar y enviar diálogos diferentes. Pero pienso que el protagonista del mensaje – el vino- se desdibuja.

El Ing. Agr. José Molina, presidente de Coviar dijo a los medios que se trata de una campaña de vanguardia, muy distinta a las que se venía haciendo hasta ahora. Esta a la vista. Y que esperan la reacción de los espectadores y el resultado de las mediciones.

La Coviar anualmente invierte $ 12 millones para  posicionar al vino entre las preferencias de los consumidores de bebidas alcohólica, comunicando sus valores tradicionales, familiares, de raigambre mediterránea,  argentinos. Y así incrementar el consumo.

Perfecto. En cuanto al resultado de  la campaña “Un vino, mil charlas” esperaremos…(mmm…no sé decirlo en Esperanto!)