El Calafate, la Ciudad de los Glaciares-

Es la Ciudad de los Glaciares, por su cercanía al Perito Moreno considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. El nombre de Calafate se debe un arbusto espinoso de la región, que tiene flores amarillas en la primavera y frutos morados en el verano. Con los que se hacen dulces, licores y helados. La tradición dice que quien come de ese fruto, siempre regresa a la ¡Patagonia!
 
El paisaje es diferente a la Patagonia Norte. Cercana a la ciudad, el entorno es árido, con montañas y mucha piedra, con un contraste cromático increíble con los lagos "azul turquesa" soñado, formado por aguas del glaciar y que debe ese color a los sedimentos minerales que contiene, llamados "leche glaciaria".
 
Cuando nos acercamos al Glaciar el paisaje comienza a cambiar, con verdes bosques, prietos de ñires, lengas, notros y guindos. Al llegar a esa zona se observa abundancia de flora y fauna típicas de los lugares que están cerca del agua.
 
El atractivo de este lugar único en el mundo, atrae a miles de turistas extranjeros, por lo que se escucha hablar en la ciudad y con mayor razón en las pasarelas del Glaciar una variedad increíbles de idiomas.
 
La temporada alta tradicionalmente comenzaba en octubre y finalizaba luego de Semana Santa.  Digo finalizaba porque ahora se ha extendido, debido a otros atractivos, además del siempre fascinante y cambiante Glaciar, como el nuevo Parque de Nieve o los deportes de hielo en la Bahía Redonda del Lago Argentino. Este soñado rincón de la Patagonia ha crecido en servicios turísticos: Hoteles, Restaurantes, Excursiones terrestres, lacustres paseando en barco por entre los témpanos, caminando sobre los hielos, cabalgando y visitando las estancias cercanas, un abanico de actividades, plenas y gozosas.
 
Como vemos la ciudad patagónica cuenta cada vez con mayores atractivos. A los hoteles de cinco y cuatro estrellas como La Posada Los Alamos con su cancha de golf, Los Sauces (Hotel Boutique) o el Alto Calafate con una vista incomparable, El Mirador del Lago o Imago se unen hoteles más sencillos pero no menos confortables. Y los  restaurantes y las casas de té, como Kau Kaleshen o un bar inevitable como Borges y Alvarez.  Para vinos, hay que visitar La Tienda de Vinos, vinoteca bien provista (amplia gama de vinos, licores, chocolates) comandada por el Sommelier Mariano Spataro.
 
A solo 20 cuadras del centro de la Ciudad, frente a la Bahía por ejemplo, se sitúa el Complejo de Cabañas Solares del Sur, fundada hace más de once años. Cabañas confortables, totalmente en madera de ciprés, con mucho verde y un bello jardín pleno de flores,  que asoma sus ventanas a la Bahía Redonda del Lago Argentino. Y para completar el atractivo del establecimiento, el Restaurante Quidu (bienvenido en Mapuche) es un bistró de cuidado menú, con platos patagónicos, una buena carta de vinos y atención personalizada. Dirige y atiende a sus comensales Fernanda Díaz Córdova, aconsejando maridajes de corderos, truchas y otros sabrosos platos elaborados por su Chef, con los vinos argentinos de las diferentes regiones del país.
 
¡Hay rincones en nuestra Argentina que hay que conocer!  Uno de ellos es El Calafate.